Como muchos sabréis, hace unas semanas realizamos una KDD culinaria en casa de Boke, en la que cada uno de los que fuimos llevamos un plato cocinado por nosotros mismos. Allí se comentó que cada uno de los asistentes publicásemos la receta del plato que habíamos llevado. Yo llevé una fuente de porras y magdalenas, y hoy he decidido (por fin) publicar la de la porra.
Pues aquí la tenéis, paso por paso y con fotos. Necesitamos:
1.- Pan seco (el de hace unos días, vamos), o algún tipo de pan de miga consistente, como por ejemplo un pan cateto de los de toda la vida.
2.- Tomates, preferiblemente maduritos.
3.- Ajo, sal y aceite.
Y ahora, la preparación, paso por paso:
1º) Cortar el pan en trocitos, preferiblemente dentro del recipiente dónde lo vayáis a preparar, porque así, además de ensuciar menos cacharros, desperdiciaréis menos pan y/u otros ingredientes.
2º) Pelar los tomates. Para que hacerlo sea más fácil, hacedle un corte en forma de cruz a la base del tomate, poner agua a hervir, y cuando el agua esté caliente, bajadle la temperatura y meted los tomates durante unos segundos en el agua caliente. Después, sólo tendréis que tirar de las esquinas de piel que hemos hecho con la cruz, que estarán levantadas y así podréis separar la piel del tomate con total comodidad.
3º) Cortar los tomates. Es mejor que los vayáis cortando justo encima del recipiente dónde habéis cortado el pan, porque así todo el "zumo" que van soltando los tomates va cayendo encima del pan, y así lo va reblandeciendo poco a poco.
4º) Echarle la sal y unos dientes de ajo.
5º) Pasarlo todo por la batidora.
6º) Cuando todo tenga aspecto de puré, añadirle el aceite, y después seguir batiendo hasta que quede un puré aún más fino.
No he hablado de medidas todavía. Normalmente, como primero troceo el pan, al ir echando el tomate me fijo en como va absorbiendo el pan todo el líquido que suelta el tomate, hasta que intuyo que en cuanto lo pase todo, quedará bien. Y, con respecto a las cantidades de aceite, sal y ajo, es mejor siempre empezar echando uno o dos dientes de ajo, un puñado de sal, y una cantidad aproximada de medio vaso de aceite, y después ir probando y añadir poco a poco el resto según nuestros gustos (o los de los invitados, claro)
Este plato se suele servir con huevo cocido, atún y jamón serrano troceados, tal y como lo veis aquí a la derecha, pero siempre os lo podéis comer sólo, y acompañarlo con otro plato delicioso,
como...
no sé...
¿unas croquetas quizás?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Qué rica transformación!!
Ya sé qué comeré mañana...
: )
Publicar un comentario